17 de mayo de 2007

¡MUERTE A LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO!

Ya es hora de que en este país nos decidamos por uno de los dos únicos caminos posibles para transitar la escabrosa senda de la historia. Como bien lo planteó el maestro de maestros, el ilustre Domingo Faustino Sarmiento, la opción es una: civilización o barbarie.
O tomamos de una vez por todas el camino del progreso, o nos seguimos debatiendo en absurdas luchas intestinas que no hacen otra cosa que hundirnos lenta pero inexorablemente en el fango tercermundista.

Ya lo dijo la viceministra de Trabajo, Noemí Rial: "Cómo puede ser que una persona que gana más de 3.800 pesos perjudique a otra que gana un tercio de eso", en clara alusión a los más de un millón de usuarios que a diario usan el servicio. Y qué decir de los irrespetuosos que le respondieron: "Pregúntele al Presidente".

Pero hay esperanzas. El Pueblo parece entender el rumbo de la historia. Será por eso que en la encuesta de Infobae, ante la pregunta "¿Qué debe hacer el Gobierno con la huelga del subte?", la respuesta "Sancionar a los huelguistas" gana por goleada, frente a la tibia "Declarar ilegal la huelga" y a la irresponsable "No intervenir".
Que la voz del Pueblo llegue a los oídos de nuestros gobernantes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que no mencionan por ahí es que el trabajo en el subte es considerado trabajo insalubre, por los altos niveles de ruido; que la empresa (como suelen hacer) llega a ese número bruto de salario con un montón de ítems no remunerativos. Y sobre todas las cosas... QUE NO ESTÁ MAL TENER UN BUEN SALARIO!!!!!!!

carajo!

Anónimo dijo...

Acaso se dijo alguna vez que el avestruz es un animal insalubre porque mete la cabeza bajo tierra? Yo lo ví en los dibujitos en mi Bolvia natal durante muchos años. Ya no aguanto más esta situación de que estos porteñitos tengan buenos salarios, jornadas cortas y encima se tenga el tupé de seguir con eso del trabajo innnnsalubre porque trabaja bajo tierra, con poco aire, calor, y todas esa sarta de pavadas. Y sino que aprendan a coquear, carajo. Que me vengan a hablar a mí de trabajo insalubre y los corro con el pico y la pala, los corro.

Aurelio Sanchez, un anciano de 34.