30 de noviembre de 2007

YA EMPEZAMOS


Todavía no asumió y ya impulsó una ley para saltear controles en las contrataciones para obras edilicias. Todo en nombre de la emergencia edilicia.

Hasta $600.000 van a poder hacer contrataciones directas, es decir, sin licitaciones. "Contratemos a Fulano", va a decir Mauricio, y con eso va a ser suficiente. Está muy bien el tema de arreglar las escuelas, pero confiar en que Fulano no va a ser un amigo/testaferro de Macri, sólo porque va a haber una comisión de seguimiento, integrada por kirchneristas... ¿no es ser muy inocente?

-No, es ser muy hijo de puta.
-Ah, tenés razón.

27 de noviembre de 2007

BUENAS NOTICIAS

Parece que ya hace un tiempo que el gremio de los actores viene reclamando aumentos de sueldo y reducción de la jornada laboral. Cualquiera que haya visto una entrevista de Catalina Dlugi al actorcito de moda de la tira de horario central sabe que para esos programas se graba durante doce horas diarias.

Por cierto, Catalina Dlugi es una vergüenza. Una señora híper cholula que pasa por crítica de cine, teatro, televisión, radio, música…

¿Ustedes vieron la noticia del conflicto “actores vs. productoras y canales” en Clarín, en Canal 13, en Telefé, en América...?

Es que la televisión es felicidad, el conductor está feliz y se dirige a un televidente feliz. El noticiero puede ser un catálogo de todas las formas de la muerte, pero empieza y termina con una sonrisa. Nadie —salvo Luisa Delfino y los pastores de la Iglesia Universal— le hablan al que está por cortarse las venas.

Así que si esta semana se levantaron todos los programas de ficción, no es porque haya algún conflicto, sino porque se trata de una programación especial "para sentirse bien" (Canal 13).

¿Se acuerdan de “somos actores, queremos actuar”? ¿Y de “aguante la ficción”? Ojalá que vuelvan esta temporada. Ojo que, en su momento, esos reclamos tuvieron espacio en las pantallas de los canales. Eso habla de la madurez democrática que hemos adquirido como sociedad.

¿Y ahora? ¿Se volvieron garcas? ¿O será que una cosa es hablar de minutos de aire, y otra cosa es hablar de sueldos y jornadas laborales? Lo que los medios no pueden permitir es que se les vea la caja registradora, el signo peso en los ojos, que se note que son empresas, y no sociedades de beneficencia, como nos hacen creer. Así que no se puede hablar de plata. En la mesa familiar, ni política ni religión.

Ni que los actores son trabajadores. En la misma línea, en la publicidad de Nextel el empresario es un soñador, y no un frío, calculador, avaro y miserable mercachifle como cualquiera pensaría basándose en su experiencia en el mercado de trabajo.

La programación del 13 es manejada por un ex actor, que ahora está del lado de la patronal. Doblemente: como productor y como gerente de programación. El típico empleado que se vuelve jefe y resulta más garca que todos los jefes anteriores.

Nunca un noticiero de televisión trata con benevolencia a una medida de fuerza gremial, pero cuando a los empleados de Telefónica (dueña de Telefé) se les ocurrió hacer un paro, Telefé Noticias perdió completamente las chavetas. En la cobertura de la noticia se olvidaron por completo de todas las marcas de supuesta objetividad, y calificaron a la huelga con adjetivos que hasta para el menos avezado de los estudiantes de TEA estaban claramente fuera de lugar en una crónica periodística.

Detrás de su careta de imparcialidad, amor a la verdad y vidas entregadas en beneficio de la información para la democracia, de vez en cuando a los grandes medios les salta la ficha. Cuando la dueña de Clarín fue procesada por la apropiación irregular de dos chicos. La noticia apareció en tapa como “Arbitrario procesamiento…”, y, desde luego, el hecho fue calificado como un ataque a la libertad de prensa.

Si sos dueño de un diario, aterrizás tu avioneta particular sobre Libertador en contramano, y si te hacen una multa, es un ataque a la libertad de prensa.

Durante la década del ’90, Telefé fue el canal más conservador de la televisión argentina, el más menemista. Tiempo nuevo salía por Telefé. Y Tinelli, y Menem cerrando su campaña reeleccionaria en Videomatch. En Tiempo nuevo se defendían los indultos. Pero en los últimos tiempos hubo algunos cambios: Montecristo habló de desaparecidos, identidades robadas y derechos humanos. Y fue un golazo. Así que Villarruel decidió redoblar la apuesta, y en los últimos meses salió Televisión por la identidad.

Que nadie diga que lo hacen por la plata. O el rating, que es plata.

Televisión por la identidad es lo último en compromiso social televisivo. Sin embargo, apareció un grupo de gremialistas trasnochados, y ni siquiera la profunda convicción del canal de colaborar con la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo pudo salvarlo de ser reemplazado por una película de Will Smith en la que los robots se rebelan contra la humanidad.

Son los tiempos que corren. Pero no hay que preocuparse, todavía hay buenas noticias.

14 de noviembre de 2007

¿ESTO? Porque me gustó

Citado del colectivo gráfico Devenir

11 de noviembre de 2007

SALIÓ EL 5

El Fundidor celebra su segundo aniversario y la salida del número 5 de la edición impresa con un homenaje al rey de España quien, haciendo valer sus derechos como soberano de las Indias Occidentales, puso en vereda al infame cacique de los caracas, ante el beneplácito de la comunidad civilizada internacional.


Al finalizar la velada, el monarca del Imperio Español ordenó la descuartización de Chávez, y la exhibición de su cabeza sobre una estaca clavada en el centro de la plaza más cercana. Sobre el cierre de esta edición, la orden todavía no había sido cumplida. Se esperan novedades en cualquier momento.


8 de noviembre de 2007

EDITORIAL DIBUJADA


4 de noviembre de 2007

A NOSOTROS TAMBIÉN