En tiempos en que la Universidad atraviesa una crisis que pone en jaque su futuro, los compañeros formoseños nos muestran una luz, acaso un faro, una enseñanza, un camino a seguir. Tal vez sólo sea una tanga.
Quienes todavía guarden memoria de sus primeros días en la facultad, seguramente no recordarán, como bienvenida de parte de los estudiantes más experimentados, más que gestos de desprecio y hostilidad.
Todavía existen en nuestro medio muchas voces que -no sin cierta razón- sostienen la necesidad de mantener estas actitudes, tendientes a que "estos mariconcitos se hagan hombres" (o mujeres, según corresponda).
Sin embargo, los estudiantes de la Universidad de Formosa, con su fiesta de bienvenida a los ingresantes, nos muestran otra manera de recibir a estos párvulos recién egresados del secundario, a través de prácticas integradoras que, paralelamente, contribuyen a su desarrollo como hombres y mujeres íntegros, sanos y realizados.
Es por eso que desde esta tribuna convocamos a agrupaciones, estudiantes independientes y a la comunidad educativa en general a plegarse a esta nueva era de las relaciones sociales al interior de la universidad. Las estudiantes de hace 50 años, concurrían a las casas de estudio vestidos de traje y se trataban de usted. Hoy, es hora de que demos el paso final en la desacralización de los claustros: compañeros, esta es la universidad que queremos.
3 comentarios:
yo me prendo...
pero la verdad es q a mí ningún compañero estudiante me ha tratado hostilmente...
Yo me prendo! Además es una forma de fomentar la educación y el alfabetismo! Imagínense... quién se querría perder eso? la gente haría carreras de grado, de posgrado, maestrías, profesorados, tecnicaturas, cursos acelerados! Si!
Y si tuvimos escuelas shoppings, por qué no tener facu-saunas?
Jenni.
que huevada chicos
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