El Fundidor continúa en su lucha antiracista y se siente obligado a denunciar los epítetos espetados por el Sumo Pontífice, de vacaciones en el Brasil. "En Argentina están los peores negros, los simbólicos, los negros de acá" afirmó medio borracho el Papa señalándose la cabeza. Quizás incómodo en su zunga papal, amarilla con lunares blancos, Benedicto afirmó también, ya agotado: "hay que matarlos a todos". Concluyendo la charla, justo cuando llegaban jóvenes y esbeltos mozalbetes, agregó "en mi época no pasaba", y una siniestra sonrisa se dibujó en su rostro, mientras nos guiñaba un ojo y tomaba con fuerza el glúteo de uno de los recién llegados. Un espanto.
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