8 de mayo de 2007

THE EXPLICATOR

Si uno hace un poco de memoria, y se cuelga en una retrospectiva de las últimas presidencias, organizando arbitrariamente los recuerdos de manera de que justifiquen una idea que ya se tiene de antemano (es lo que estoy haciendo yo ahora), comprueba que en cada gobierno hay un tipo al que le toca explicar lo inexplicable. Me acuerdo, por ejemplo, de Juan Pablo Baylac en el de De la Rúa. Todos estos personajes tienen en común que dan ganas de matarlos a martillazos. Esa función ahora parecería que se la reparten los Fernández, y últimamente el que está descollando es Aníbal. Veamos.

Nuestro main sponsor Clarín.com, el 8 de mayo: "Los maestros realizaron un cacerolazo frente a la casa del presidente Kirchner en Río Gallegos y chocaron con la Gendarmería (¿conductores imprudentes?). Hubo cuatro heridos. Sin embargo, el ministro del Interior afirmó que hay dirigentes que 'se autohieren' para 'dar lástima'. Pese a que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, los docentes amenazan con seguir con el paro".

¡Buuuu! ¡Claro que para Clarín un paro es una amenaza! Ni hablar de que cuando decís "chocaron con la Gendarmería" estás poniendo la acción del lado de los maestros. De verdad parece la crónica de un accidente de tránsito. Por no decir nada de que "hubo cuatro heridos" también suena a accidental. ¡Esa oración no tiene sujeto, señora! Pero, digo yo, estos heridos fueron heridos por alguien, ¿no? ¿O es que realmente venían corriendo y chocaron contra la Gendarmería? Y como no se aclara, podemos suponer que los heridos eran maestros. Porque si no, seguro diría "cuatro gendarmes heridos", y hasta podemos imaginarnos que el periodista lo escribiría con esa expresión indignada de conductor-de-noticiero-que-editorializa-con-la-cara (ver: Barilli, Rodolfo; Biasatti, Santo). ¡Es la cara que pongo yo mientras escribo esta nota!

Desde esta tribuna, le diríamos al ministro Fernández que no dé tantas vueltas para justificar la represión. ¡Vaya y reprima como hombre! Alguien tiene que poner en vereda a los desestabilizadores. ¿Quién les va a dar clases a nuestros chicos, si no? ¿No le parece, Santo?

Vamos a estudios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guarda con la mano dura. Tarde o temprano, la violencia retorna como un Bloomberang.

-Darío-