Se lo dijo. La prensa especializada, no dudó en ratificar lo que todos sospechábamos: que Riqueleme es adicto a la frula como los hermanos Fernández al poder y los bigotes. La cuestión es que el 10 de la selección no podía ni caminar de lo duro que estaba, en un momento del partido quiso dar un paso, y le rebotó una pelota que dio en el palo, y con eso zafó del bochorno completo, "pareció que estaba jugando" dijo entre las carcajadas que lo caracterizan. El "enganche drogón" -como lo llaman sus amigos- se habría deschavado al insisterle a Grondona que no quería subirse al chárter, sino que quería volver corriendo, cantando temas de New Order. Ya en el avión, el médico del seleccionado pudo calmarlo a base del más fino whisky venezolano y con las acostumbradas caricias en el ganso. Nos cortaron las piernas.
16 de julio de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Duro, muy duro.
Publicar un comentario