12 de julio de 2007

¡ESTAMOS LOCOS!¡LOCOS!



Hernán Firpo, periodista del suplemento de Espectáculos del diario Clarín (cuya dirección de mail es hfirpo@clarin.com), en la nota central de la edición del jueves 12 de julio, dice que hoy los programas de televisión que “ironizan sobre la propia televisión desplazaron a los clásicos ciclos de sketches”..

Firpo recorre los diferentes programas autorreferenciales de los últimos años (ayudado por las palabras de “especialistas” y de gente del medio como Sofovich, Gvirtz, Pettinato, Casero, etc.), ahí aparecen Las patas de la mentira, PNP, TVR, RSM, Duro de Domar, etc. “La autorreferencialidad, la tele narcisista, la tele que elimina el mundo exterior, el negocio barato”, dice el periodista, sin profundizar demasiado en un tema del que se viene hablando hace más de 10 años.


La nota deja otras ideas principales: que Marcelo Hugo Tinelli fue el iniciador (casi profeta) de esta nueva televisión, que Guillermo Francella es el último capocómico, que ya no existen autores de humor, y que lo que el público espera es cinismo e ironía. Pero en este análisis llama la atención la ausencia de 2 actores: Canal 7 y Diego Capusotto.

Para los 4 canales privados (que continúan en las mismas manos, en las mismas mentes gracias al decreto de Kirchner que prorrogó por 10 años las licencias –sin debate abierto, sin balances, sin consultas-) la televisión pública es un declarado enemigo, al que es mejor obviar. Capusotto estuvo junto a 2 proyectos emblemáticos del humor televisivo de los últimos 10 años: Cha Cha Cha y Todo x 2 pesos, y hoy, junto a su socio el escritor y productor Pedro Saborido, tiene el mejor programa humorístico/cultural de la televisión: Peter Capusotto y sus videos, un programa de rock (lunes 23 horas, por Canal 7). En este espacio Capusotto no sólo llena de absurdo y sátira nuestras pantallas, sino que nos presenta video clips y recitales históricos de bandas y artistas clásicos.


A no engañarse, en el movimiento donde el cronista de Clarín ignora esta opción humorística televisiva (un capocómico, apoyado en los guiones de un autor de trayectoria teatral y cinematográfica, trabajando temáticas populares –el rock, la política, el peronismo- a través del absurdo y la sátira) no hay casualidad, hay una acción política que apunta a apuntalar la idea que la única opción de televisión es la privada, aquella donde Tinelli es rey, los costos son bajos –utilizar el archivo para aplicar fórmulas probadas- y donde –citando a Gerardo Sofovich- el humor popular es “aquel que tiene remate”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Hola Fundidor:
creo que la nota apunta a ver lo que pasó con el humor desde que se instalaron los archivos como referentes. De hecho, los últimos Martín Fierro --nos guste o no, una marca registrada (otra)- decidieron ocupar la terna de humor con programas del tipo RSM. No creo que haya que hacer una caza de brujas. Clarín esto o aquello, el canal público (este es un gran tema para debatir). No al menos en este caso. Capusotto es fantástico, pero no tiene nada que ver con esta nota y, en todo caso, es un hecho aislado versus RSM, Bendita TV, Rank 15, TVR, El Top five de CQC y etc, etc.
La idea era contar, más o menos de un modo darwiniano, la evolución del blooper. Obviamente se debe hablar de Tinelli, obviamente se debe hablar de Sofovich.
Espero les cierre mi explicación.
Gracias por escribir."
Hernán