FERNÁNDEZ: "VAMOS A ANIQUILAR A LA SUBVERSIÓN"

A raíz del atentado terrorista sufrido (en ausencia) por el Presidente el pasado fin de semana, el Ejecutivo ha decidido iniciar una guerra preventiva contra las organizaciones que buscan desestabilizar la nación y frenar la inminente distribución de la riqueza que está a punto de encarar el Gobierno nacional.

En declaraciones a un matutino porteño, el ministro del Interior defendió apasionadamente la hipótesis de que el vuelco de un camión frente a la -deshabitada- residencia del Presidente en Río Gallegos fue "un atentado contra la vida del líder de esta revolución democrática".

Fernández identificó al conductor del camión y lo calificó como "un activista radicalizado". Además, dijo que el chofer "estuvo en todas las marchas" que realizan los docentes en la capital santacruceña y concluyó que eso indica que "tiene actividad política". Lo cual, prácticamente, alcanzaría para condenarlo.

Por eso, desde el Gobierno se anunció la inmediata convocatoria a las Fuerzas Armadas para lanzar "una guerra preventiva contra los enemigos de la nación quienes, basados en ideologías foráneas, buscan minar las mismas bases de la argentinidad para entregarnos al dominio de las potencias extranjeras, reemplazando el pabellón albiceleste por un sucio trapo rojo".

Además, el ministro informó que la vía judicial para atacar este problema fue descartada porque "la Justicia argentina es lenta, corrupta y adicta al poder de turno", por lo que, agregó, "su única finalidad es garantizar la impunidad de los poderosos".

Ampliaremos.