APRENDIZAJE

El Fundidor, a través de su corresponsal en el pasado, presenció la despedida de Soda Stereo en River, en 1997, y también, mediante un enviado común, de los que tiene cualquier diario de provincia, uno de sus shows de regreso, en el mismo estadio de Núñez. Por eso, en ocasión de realizarse el último recital de la gira de retorno, entregamos el primero de una serie de 79 artículos en los que nuestros cronistas irán desgranando sus impresiones sobre la vuelta de Soda Stereo.


Podrán decir que en los diez años y algo más que pasaron entre aquel último concierto de Soda Stereo en River, en 1997, y esta gira de reencuentro, Zeta Bosio no le dedicó una agotadora cantidad de horas a perfeccionarse como ejecutante del bajo. Podrán decirlo. Es más, tal vez tengan razón. Más aun, es probable que sus aptitudes de bajista hayan disminuido sensiblemente.

Sin embargo, durante los recitales de la gira "Me verás volver", de lo que no quedan dudas es de que Zeta ha pasado largas horas frente al espejo ensayando los consejos del best-seller Las cien mejores poses para tocar el bajo (que podría editarse pronto en Argentina gracias al esfuerzo de la editorial Imaginador, propiedad de Luis Rodríguez Felder, quien en virtud de la publicación de títulos de similar calaña estuvo a punto de ser ministro de Cultura de Macri).

Así, el prestigioso bajista obtiene el mayor provecho estético posible de cada uno de sus movimientos, resaltando sus trabajados tríceps, mientras entrega dificultosamente su aporte al sonido de Soda Stereo, según el régimen inclaudicable de una nota por compás.

Esclarecedor documento fotográfico: