27 de octubre de 2010

HOMENAJE A KIRCHNER

Publicado en El Fundidor, edición impresa número 5, año 2007.
En esta hora negra para la causa popular, este blog abandonado deja su sentido homenaje, haciéndole el juego a la derecha.

ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DR. NÉSTOR KIRCHNER 

“Este es un país de negros ignorantes sin memoria”

—Benemérito señor Presidente, muy buenos días. ¿Cómo está usted? 
Kirchner, luchando contra la política neoliberal menemista.
—Muy bien, gracias. Y esa es la pregunta más comprometida a la que he honrado con una respuesta directa en más de diez años. Podés sentirte orgulloso.
—Muchas gracias, benemérito. Comencemos con la entrevista. ¿Cómo se decidió la candidatura de Cristina a la presidencia? 
—Muy fácil: el candidato no iba a ser nadie que no se llamara Kirchner. Podría presentarse mi abuelo, que lleva diez años de muerto, que gana igual. Total, todavía sigue votando.
—¿Cuál va a ser su ocupación una vez que deje el cargo? 
—Supongo que me voy a dedicar a ejercer como abogado, que en su momento me dio muchas satisfacciones. Durante los oscuros años de la dictadura, mi feroz militancia a favor de los derechos humanos me permitió amasar una fabulosa fortuna que, desde que asumí mi primer cargo ejecutivo y hasta el día de hoy no ha hecho otra cosa que multiplicarse sin descanso.
—¿Qué balance hace de su primer período de gobierno? 
—No creo en los balances, pero pienso que este gobierno le cambió la cara a la Argentina. Nos enfrentamos a los poderosos, al menos de palabra, y eso pegó mucho. Acá tirás un par de petardos y la gente delira. Así logramos conformar a todos los sectores, dándole a cada uno lo que reclama y merece: al pueblo trabajador, actitud beligerante; a los empresarios, periodistas, organismos internacionales de crédito, gobiernos extranjeros, tenedores de bonos y amigos en general, cantidades inmorales de dinero público.
—Muy interesante. Pero para que la gente conozca más, porque se trata de temas que hay que conocer y saber, ¿cómo se logra el fabuloso éxito que Vuestra Excelencia logró en su gestión? 
—Bueno, realmente tengo que tener un reconocimiento para mis aliados de la derecha: Macri, Repsol, la Iglesia y tantos otros que no me quiero olvidar. Ellos hacen un sacrificio grande, porque se prestan a este juego en el que yo los puteo, los tildo de enemigos de la nación y quedo como un héroe revolucionario. Y lo único que reciben a cambio es toda clase de subsidios, prebendas y negociados.
—¿Qué le quedó por cumplir? 
—Bueno, tal vez aquella vieja consigna de la JP, de construir un hotel cinco estrellas en el hospital de niños…
—¿No era un hospital de niños en el Sheraton Hotel? 
—No me acuerdo. La verdad es que en esa época la usura inmobiliaria no me dejaba mucho tiempo para la militancia. En todo caso, es lo mismo. Lo importante es reactivar la construcción.
—¿Cuál es su maniobra preferida para manipular a las masas? 
—Uh, no sé. Una de las mejores... jaja. Perdón, es que es muy gracioso, ja. Una de las mejores es “ponerse del lado del pueblo” —dibuja comillas en el aire—, y protestar como si la solución dependiera de otro. Lo que pasa es que este es un país de negros ignorantes sin memoria, que le entregan el gobierno en bandeja al primer delincuente que se presente con el sellito del PJ. O, en este caso, el del Frente para la Victoria. Es así, qué le vas a hacer…
—Una de obras públicas: con Cristina, ¿por autopista o por colectora? 
—¿Escuchaste hablar del cinturón poronguero?
—Ehh… no. 
—Ah… No, yo tampoco.
—Presidente, ¿hacemos un ping-pong? 
—Jeje, no voy a caer, le hiciste el mismo chiste a Blumberg en el número anterior. Ya sé que no te referìs al deporte sino a un intercambio rápido de preguntas y respuestas que, por la velocidad con que se alterna el turno de palabra, recuerda al movimiento de la pelotita en la entretenida práctica olímpica que tan bien dominan los orientales y los nerds.
—Perfecto. Empecemos con Alberto Fernández. 
—Conoce bien su función, tiene facilidad para acomodarse en cualquier sector, mete presión en todos los frentes y se mueve bien por el centro y la izquierda, aunque está claro que su lugar natural es la derecha… Ojalá algún día pueda jugar en Racing.
—¿De quién me está hablando? 
—De Fernández, el ocho de River.
—No, ese es Augusto, yo le preguntaba por Alberto. 
—Ah, ¿y ese cuál es?
—El ministro. El que tiene cara de putito perverso. El de Cavallo. 
—Ah. Mi mano derecha, a tal punto, que le he confiado dos de los pilares de mi gobierno como son el apriete a los medios de comunicación y las permanentes consultas a Domingo Cavallo, mi gurú en políticas económicas desde los tiempos de la privatización de YPF.
—Cristina Fernández. 
—La mejor de todas. Y mirá que desde que soy presidente me la han cascado desde Jésica Cirio hasta Mirtha Legrand.
—Aníbal Fernández. 
—¿No me preguntaste ya por éste?
—No, este es el que estuvo prófugo de la justicia cuando… Bueno, no importa. Carlos Menem. 
—Un viejo amigo. Otro que tuvo que prestarse al juego de la demonización, que te contaba antes. Pero tenemos muchas cosas en común, como las cuentas en el exterior y otros clásicos del peronismo como la compra de votos, el doble discurso, el autoritarismo, el giro a la derecha, la trampa electoral, el caudillismo, la demagogia y la traición a las bases.
—Hablando de cuentas en el exterior, los fondos de Santa Cruz, ¿planea quedárselos? 
—El hecho de que hasta hace muy poco, los fondos de Santa Cruz hayan estado depositados a mi nombre, no significa que me los haya robado. La provincia tiene a su disposición hasta el último centavo de los doscientos millones de dólares.
—Son quinientos millones, señor Presidente. 
—Sí, quinientos millones, eso dije.
—Pero esos fondos eran acciones de YPF que se vendieron al doble de lo que habían costado, o sea que finalmente deberían ser mil millones —inquiere el Gordo Lanata, saliendo del baño del despacho presidencial. 
—Bah, no tiene nada que ver. ¿Cuánto tenían? Quinientos. ¿Ahora cuánto tienen? Quinientos. Entonces, ¡que no me rompan las pelotas! Alberto, ¡sacame a estos zurdos de acá!

8 de enero de 2010

NORMALIDAD

Esto es crisis institucional.



Esto es total normalidad.



Son muchos años, pero el mismo medio y los mismos dueños.

4 de enero de 2010

ENTREGA A DOMICILIO