¿QUÉ HACEMOS CON EL ABUELO?

¡SE VIENE EL NÚMERO 5!

mEdIAS rEfLExioneS -bIEN dE clASe miERDA-

M Estás volado, te acabás de fumar un buen cañon de sudamericano paraguayo, ahora ponéte a pensar en esto: ¿Qué posibilidades hay de aparecer como protagonista –ya sea como víctima o victimario- de una nota policial?

- Estilo crimen pasional ¿Matando a tu novia en algún raye de locura?

- Estilo joven pelotudo ¿Atropellando a una vieja con la bici?

- Estilo narcótico ¿Pasaste 10 ácidos a Uruguay y te agarró un yuta fanático del partido Colorado?

- Estilo Taxi Driver ¿Escupiste la luneta tuneada de un tachero ex-combatiente de Malvinas por que no te dejó cruzar por la senda peatonal y en represalia te desfiguró la cara de un cadenazo?

...¡Estas cosas pasan!

M Criticar el programa de Tinelli diciendo que es grasa, ¡N-o e-s u-n-a c-r-í-t-i-c-a!

M Algunas noches atrás, después de mucho tiempo, volvi a un boliche...era el único con mochila y ¡¡en el baño había agua caliente!!

M Sorbetes y pajitas ¿Pudor, ancianismo o triunfo de la Revolución mexicana?

M Como dijo Jorge Luis Borges: “volveré, y seré un centro cultural”.

(mouse)

EL PERIODISMO COMPROMETIDO DE CLARIN

Lo peor de todo es que muchas personas, cuando se junten con sus amigos, van a comentar esta "noticia"...

EL FUNDIDOR INVESTIGA: MENTIRA URUGUAYA

Se ha descubierto un engaño. Millones de años transcurrieron y siempre se nos inculcaron dos cosas: que los uruguayos juegan al contragolpe y pegan, y que les gusta el mate. Pero hete aquí que ese andar despreocupado, con termo bajo el sobaco y poronga en mano, digo porongo, no es más que una muestra más del imperialismo simbólico del Imperio Uruguayo. Eh´ así: los uruguayos odian el mate.
Según altas fuentes de la SIDE, muy preocupadas en el tema, los orientales cuando no los ve nadie, escupen, y con cara de asco.
Luego de la desaparición futbolística de Enzo Francescoli (que se revuelca en su tumba), y de que el defensor Paolo Montero cumple una condena de 6 años de prisión en suspenso luego de una patada en el maxilar izquierdo a un delantero de Rampla Juniors, Uruguay se quedó sin símbolos. Y ante el temor de desaparecer del universo simbólico, sumado al poco territorio con el que cuenta el país, se lanzó desde el gobierno comunista de Tabaré Vázquez esta ofensiva mateínica.
Así es que desde hace meses se obliga a todos los ciudadanos uruguayos a andar con la poronga en la mano, porongo, perdón, y a beber la bebida ancestral que deja los dientes verdes, úlcera y feo gusto. Ampliaremos después de estos comerciales nacionalistas.

ELECCIONES EN CÓRDOBA: AL FINAL GANÓ MENEM

Según el recuento de votos en la mediterránea provincia argentina, que lleva como nombre el apellido de un veloz ex defendor de San Lorenzo, las elecciones la habría ganado Menem. El ahora Gobernador electo de Córdoba (Iván), apeló al recurso "me chupa un huevo" para solucionar ese pequeño detalle de no haber nacido en su nuevo feudo, siguiendo la corriente del candidato De Narváez (es colombiano) y de Scioli (nació en una lancha).

El flamante gobernador prometió salariazos y la revolución productiva, y aseguró que combatirá el izquierdismo discursivo de su amigo de siempre Nestitor Kirchner y el ultraderechismo empresarial de su compañero Mauricio Macri. ¡Viva la Ley de Lemas!

EL MÁS PIOLA

Hoy miercoles 5 en Clarin se destaca una entrevista con Emanuel "el Mago" Ginobili. El jugador de los Spurs declara: "Voy a defender la medalla olìmpica". Y luego agrega: "Por suerte estan estos jugadores medio pelo que van a los campeonatos que yo no quiero jugar. Y la verdad es que gracias a estos muertos de hambre sin carisma voy a tener la posibilidad de seguir vendiendo cara mi imagen al Banco Provincia y Gatorade".

Manu se caga de risa de los boludos que juegan por él.

VERSIÓN HOMOSEXUAL DE FAMOSO BOXEADOR GANA MEDALLA DE ORO EN OSAKA

Clarín no sabe cómo se llama este atleta, y como es negro y medio amanerado, lo denomina "el Tyson Gay". Novedoso recurso periodístico.

Y claro, si Mike Tyson fuera gay haría atletismo. Deporte de hombres es el boxeo, ¡qué mierda!